No parece la mejor opción en caso de incendio pero lo cierto y aunque en un primer momento pueda parecer lo contrario, las estructuras de madera aportan un plus de seguridad y resistencia en caso de incendio.
Junto con sus innegables cualidades decorativas, la madera reúne otra para muchos desconocida, que le hace ganar puntos frente a otros materiales a la hora de hacerse con la confianza de los constructores. Y es que, aunque pueda parecer lo contrario, las estructuras de madera aportan un plus de seguridad y resistencia frente a otras, como el acero, en caso de incendio.
El proceso de carbonización del material que se produce durante cualquier fuego genera, en el caso de la madera, una capa protectora de carbón.
La virtud de ella radica en su baja conductividad del calor, con lo que disminuye de manera significativa la velocidad de propagación de las llamas. Esta característica supone una gran diferencia con respecto a lo que ocurre con otros materiales que, aunque en principio puedan parecer más resistentes y, por lo tanto, más seguros, son más sensibles a los efectos de las temperaturas extremas y pierden rápidamente sus propiedades mecánicas de resistencia y rigidez, con el consiguiente peligro.
Existen procedimientos,a demás, para ignifugar la madera que se emplean en el caso de tableros o contrachapados y que pueden consistir en la aplicación de productos especiales antes del encolado o la pulverización o inmersión en sales ignífugas disueltas en agua.