Desde el día en que el perro o cachorro Labrador Retriever llega a casa, hay que tener el loable reflejo de llevarle al veterinario, esto es muy importante para la salud del perro Labrador Retriever, aunque no este enfermo. Ya que es conveniente tomar contacto que no sea de urgencia con quien va a ser el mejor consejero y el mas cercano.
En la primera visita al veterinario va a establecer un balance sanitario, con un programa individualizado de desparasitación y de vacunación, además de aconsejar sobre el régimen alimentario.
Todos los perros tienen parásitos intestinales. Ni en los mas selectos criaderos se puede aislar a los perros adultos de los perros cachorros,
La salud del perro Labrador Retriever, los problemas mas frecuentes son sin duda los digestivos. Suele tratarse de diarreas producida por cambios de alimentación o de entorno.
Si ese trastorno debido al estrés dura mas de 24 horas, se consultara al veterinario. los síntomas mas recurrentes son la diarrea y vómitos. Pueden obedecer a causas benignas y muy graves.
Lo mas importante es poder ayudar al veterinario con observaciones exactas (consistencia y color de las deposiciones, comportamiento del perro cachorro, vómitos que acompañan a la diarrea….) para ganar tiempo, ya que se produce un rápido agotamiento y deshidratación.
Los vómitos en los cachorros Labrador Retriever pueden ser muy graves, una vez mas las observaciones del amo son muy valiosas ( cuando se produce en relación con las comidas, si el perro sufre además estreñimiento…).
Los accidentes, los cachorros y sobre todo el perro Labrador Retriever, lo toca todo con las mandíbulas, que le sirve de manos. Del estomago de cachorros Labrador Retriever se han extraído objetos de lo mas variado, clavos, tuercas, calcetines y otros objetos. También hay que tener mucho cuidado con los cables eléctricos, con los productos tóxicos del garaje o del lavadero, con las plantas venenosas.
Perdida de apetito, vómitos, falta de vitalidad pueden ser síntomas de oclusión intestinal.
Al perro se le debe ofrecer juguetes y huesos de piel de búfalo, que podría mordisquear y transportar a su antojo, pero hay que evitar la zapatilla vieja u otra prenda de vestir.
Parásitos externos
Garrapatas
Las garrapatas pueden transmitir la piroplasmosis, afección parasitaria que se contágiala perro por inoculación. La piroplasmosis es una enfermedad grave que provoca un decaimiento general con complicaciones renales y hepáticas. Se caracteriza por la ictericia que produce y por la orina oscura .
Existe tratamiento eficaz siempre que se aplique rápidamente. En cualquier caso, es importante cepillar al perro después de un paseo, sobre todo entre matas y matorrales , aunque lleve collar antiparasitario. Para quitar una garrapata, se utiliza un algodón empapado en éter y pinzas de depilar.
Si en los días siguientes, la orina, del perro fuera oscura, habrá que consultar de inmediatamente al veterinario.
Ácaros
Son parásitos mucho menos peligrosos pero que provocan picores en las patas y a veces en otras zonas del cuerpo, y sus ataques pueden confundirse con los de otros parásitos. Se distinguen unos puntitos rojos característicos, sobre todo entre los dedos de las patas.
Hay lociones de tratamiento eficaces.
Pulgas
No siempre se le ve, pero si se distinguen sus excrementos, puntos pardos entre el pelo, sobre todo en el cuello y la parte trasera del lomo.
Las pulgas provocan prurito y son sobre todo responsables de la mayoría de las alergias y las eczemas. La saliva de las pulgas es alérgeno y tiene como efecto la perdida de pelo, enrojecimiento de la piel en los lugares infectados y formación de costras.
Para limpiar al perro de las pulgas, se le aplicaran polvos insecticidas a contrapelo pero se deben tratar también el cesto y las alfombras que pueden ocultar larvas…
Piojos
Los piojos se encuentran sobre todo en cachorros y su presencia se delata con caspa grande. Es una parasitosis muy contagiosa.
La sarna
La sarna, debita a un acaro, provoca peladuras en las partes inferiores del cuerpo y en la cabeza del perro, así como prurito. Es también muy contagiosa pudiéndose transmitir al hombre.