Las alfombras han sido durante siglos, una de las mejores aliadas del hombre junto a los tapices, para evitar el frío del invierno y crear un ambiente mucho más cálido a la par que apacible. Hoy en día, aunque se siguen utilizándose en múltiples hogares para cumplir con su función original, suelen usarse como un componente más de la decoración de la casa.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar una alfombra?
Antes de ponernos en marcha y comprar la primera alfombra que encontremos, hay que tener muy claro, donde va a estar colocada y cuál va a ser su función dentro de su ambiente. Una vez que se tengan claras estas cuestiones, es la hora de pensar en que material combina mejor con nuestro estilo decorativo y que forma y colores necesitamos para resaltar nuestro rincón favorito. Si lo que necesitamos es aportar seriedad y elegancia, lo mejor es elegir una alfombra de tipo tradicional, cuyos tonos sean suaves y sus motivos sean de tipo floral o geométrico. Por el contrario, si estás buscando dar a tu hogar un toque más actual, deberás decantarte por una alfombra realizada en fibras naturales o elegir alguna con colores vivos y de forma circular.