En el sistema chino existe una ancestral disciplina que ayuda a vivir en armonía con los elementos y las fuerzas naturales de la tierra, es la llamada doctrina de El Feng Shui, en ella la idea es dejar fluir la energía positiva que resulta de modificar la forma y disposición del ambiente del espacio en que se vive.
Se trataría de equilibrar el Chi y gira en torno a las fuerzas de Yin/Yang. Es así que esta teoría se puede aplicar en todos los espacios ordenando los objetos con ciertas precauciones.
Todos los sitios que con frecuencia habitamos deben transmitir equilibrio y tranquilidad. Uno de esos lugares importantes es el espacio de descanso, el dormitorio, sin importar las dimensiones del cuarto se deben colocar los objetos de tal manera que permita fluir la buena energía.
Según la reglas de El Feng Shui hay que dar protagonismo a la fuerza Yin, ella es la fuerza femenina o pasiva. La habitación es el lugar de la intimidad personal por la tanto es un sitio que debe tener un alto grado de pertenencia para lograr la armonía y la desconexión profunda en el momento del descanso, hay que aprender a disfrutar al máximo y usarlo de tal manera que permita expandir los logros y la positiva energía.
