De poco sirve trabajar mucho en la decoración de nuestro hogar si, una vez que terminemos, disponemos de poca luz para poder apreciar el esfuerzo realizado. La iluminación del hogar es muy importante puesto que ayuda a que podamos apreciar mejor todo el interior de nuestra casa.
Hay dos tipos de iluminaciones: la natural y la artificial. La artificial es más eficaz si vivimos en una gran urbe, tan solo tendremos que instalar más lámparas o focos de luz o simplemente cambiar las bombillas por otras de mayor calidad y potencia.
Pero la iluminación natural tiene un ‘toque’ que no se consigue con la luz artificial. Los tonos que refleja el cielo y llegan al interior de nuestra casa le dan aún más estilo y, además, evitamos gastar energía eléctrica.
Para poder obtener energía natural podemos utilizar ventanas más grandes, paredes de cristal o sustituir las puertas de madera por otras que tengan un centro de cristal, de manera que la luz pueda pasar por todas estas zonas. Realmente no es muy difícil conseguir luz natural, aunque es más costoso añadir o ampliar una ventana que adquirir una nueva lámpara, que se ajuste al diseño y decoración de nuestra casa, en una tienda