Los colores para pintar un salón siempre juegan un papel fundamental, son los encargados de darle ese clima relajante y agradable al espacio, por eso a continuación te daremos los consejos necesarios para que puedas pintar tu salón de la mejor manera posible.
El salón es una de las zonas principales del hogar en la que más tiempo pasamos solos o en compañía, por eso previamente hay que elegir una decoración adecuada, siempre respetando nuestros gustos y la combinación con nuestros muebles.
En primer lugar, de vital importancia consultar revistas de decoración para empezar a coger ideas, nuestra mente tiene que abrirse por completo, así sabremos de primera mano todas las tendencias actuales y modas de colores. Hay que plasmar nuestra personalidad en los colores para pintar un salón, tenemos que reflejar a nuestros invitados un aspecto moderno y sencillo.
No obstante, antes de ponernos manos a la obra tendremos que analizar la clase de salón que queremos crear, puede ser algo moderno, rústico, tradicional, vanguardista o uno con estilo propio.
Dependiendo de nuestra personalidad nos lanzaremos a escoger unos u otros, por ejemplo la gente que no se considera muy atrevida y se conforma con algo sencillo y eficaz puede optar por colores neutros, tales como blanco, gris, arena o beige.
Si por el contrario somos personas atrevidas los colores para pintar un salón pueden ser más graves, desde rojos, naranjas, amarillos, azul oscuro o incluso marrón. Una de las mejores opciones para buscar un equilibrio perfecto es la de combinar colores neutros y en diferentes aspectos aumentarlos con un color más vivo.
Los Colores para Pintar un Salón moderno
Muy importante saber que si nuestro salón tiene poca luz natural los tonos intensos habría que descartarlos, ya que entonces adopta una inferioridad visual.
Por último, recuerda que es tu salón, el que va a convivir diariamente con la estética eres tú, de nada sirve elegir un color que sepas que a los pocos días te puede empezar a cansar, sé tú mismo, la personalidad siempre juega el papel más importante en la decoración.