También conocidos como mosaico, los pavimentos de gresite nos permiten infinidad de acabados y combinaciones. Las dimensiones de las gresites que pueden llegar a ser muy pequeñas, permiten crear diseños muy elaborados formando dibujos y figuras geométricas.
Las piezas o teselas pueden ser de mármol, piedra, cerámica o terracotas, pudiéndose combinar los distintos materiales. Su colocación es laboriosa y compleja, es aconsejable dejarla en manos de un profesional y tendremos en cuenta que su coste será elevado por el tiempo que implica.
Las gresitas de pequeñas dimensiones hacen que la lechada que se usa para unirlas adquiera mucha importancia. Por este motivo, cuidaremos que el acabado sea de calidad y que su color esté de acuerdo con el de las piezas y del ambiente. Una lechada oscura realzará los colores intenso y creará un efecto más gráfico.
Por el contrario, una lechada clara ayudará a apagar los tonos fuertes y dará uniformidad. Al igual que la mayoria de los pavimientos de piedra o mármol, ofrecen un resultado duro y frío, y se suelen usar mayoritariamente para decorar espacios como baños y cocinas.
El coste elevado que implica su colocación provoca que en muchos casos se combine con piezas de marmol o piedra de dimensiones mayores.
Es importante también evaluar en que parte de la habitación se concentrarán los estampados; si será en las telas del mobiliario, en los pavimientos o en el papel de las paredes.
Una saturación de estampados en un mismo ambiente producirá cansancio y agotamiento, por ello se aconseja mezclar los colores de las gresite en una combinación agradable y armónica.
Si bien los astampados se emplean mayormente en las telas (cortinas y mobiliario) y las paredes ( pintadas con patrones o empapeladas), en la actualidad muchas marcas de gresite y diseñadores apuestan por los estampados aplicados tambien a los pavimientos.
De acabado muy atractivo, el gresite es un material de colocación delicada del cual no abusaremos, ya que en gran cantidad puede recargar demasiado el espacio.
